viernes, 16 de enero de 2009

AMOR VS.AMBICION

EDITORIAL

La Navidad y el inicio del año 2009, produjo un enorme cruce de saludos, deseos , bendiciones, en fin una especie de recordatorio universal, tan enorme que bloqueó teléfonos y comunicaciones durante largas horas.
Cada uno recibió saludos, deseos, recordatorios, oraciones, de amigos, parientes, compañeros, comerciantes, autoridades. La mayoría de estos mensajes quedan grabados en la memoria del quien los recibe, tanto los escritos como las conversaciones directas.
Este año me ha tocado recibir tal cantidad de mensajes, que me resultó difícil responder a todos los que no estaban en mi nómina.
Muchos mensajes me conmovieron, todos me hicieron feliz.
Que haya gente que se acuerde de ti, es sin duda un lujo, es un regalo del cielo, que tu corazón recibe con alegría y amor.
La prima lejana, que ya habla otro idioma, la sobrina que te llama desde Europa o el amigo que te saluda desde Huerta ,tus hijos y nietos, todos se unen a los viejos compañeros de trabajo, a los militantes de tu partido y del partido amigo, de tu sindicato, de las cooperativas amigas, de instituciones, de comerciantes amigos, de tu club de futbol, de tu profesión o de tu simple amistad, de los cursos en que interviniste, de vecinos, de autoridades del municipio, la provincia o la Nación y otros..
Pero siempre hay alguien que te llega al corazón y su recuerdo supera a los otros, por palabras o sentimientos que te llegaron más profundamente.
Muchas veces, un pequeño recuerdo, una breve frase, una simple actitud, es reflejo de amor, caridad, franqueza, mucho más que frases grandilocuentes o fuegos de artificio multicolores.
Las evaluaciones del corazón muchas veces son mas razonables y exactas, que las que surgen del ruido, la propaganda o los espejos de colores.
Este bloqueo universal de las comunicaciones, es un símbolo de la tendencia que los hombres y las mujeres de la Tierra , tienen de comunicarse, estar juntos y en medio de esto quererse y respetarse,
Todo esto no es poco, puesto frente a la llamada “crisis económica global” surgida de la ambición por las riquezas. Y nos trae una gran esperanza por un mundo mejor.