lunes, 5 de mayo de 2008

1º DE MAYO

EDITORIAL

Hoy vamos a recordar y rendir homenaje a los Martires de Chicago. Esta es la historia de aquellos militantes que enfrentaban con sus organizaciones sindicales y políticas. al salvaje capitalismo ávido de renta que explotaba a los trabajadores sometiéndolos a un régimen esclavista, En noviembre de 1884 se celebró en Chicago el IV Congreso de la American Federation of Labor, en el que se propuso que a partir del 1º de mayo de 1886 se obligaría a los patronos a respetar la jornada de 8 horas y, si no, se iría a la huelga. En 1886, el Presidente de los Estados Unidos, Andrew Johnson, promulgó la llamada Ley Ingersoll, estableciendo las 8 horas de trabajo diarias. Como esta ley no se cumplió las organizaciones laborales y sindicales de Estados Unidos se movilizaron. Llegada la fecha, los obreros se organizaron y paralizaron el país productivo con más de cinco mil huelgas. El episodio más famoso de esta lucha fue el funesto incidente de mayo de 1886 en la Haymarket Square de Chicago: durante una manifestación contra la brutal represión de una reciente huelga una bomba provocó la muerte de varios policías. Aunque nunca se pudo descubrir quién fue el responsable de este atentado, cuatro líderes anarquistas fueron acusados, juzgados sumariamente y ejecutados en la horca En julio de 1889, la Segunda Internacional instituyó el 1º de mayo como "Día Internacional del Trabajador" para perpetuar la memoria de los hechos de mayo de 1886 en Chicago. Esta reivindicación fue emprendida por obreros norteamericanos e, inmediatamente, adoptada y promovida por la Asociación Internacional de los Trabajadores, que la convirtió en demanda común de la clase obrera de todo el mundo.El Congreso de París de la Segunda Internacional acordó celebrar el "Día del Trabajador" el 1º de mayo de cada año. Desde 1890, los partidos políticos y los sindicatos integrados en la Internacional han dirigido manifestaciones de trabajadores en diversos países en petición de la jornada de 8 horas y como muestra de fraternidad del proletariado internacional. Este origen reivindicativo y de lucha obrera se asocia con el 1º de mayo, cuya celebración ha pasado por diversos avatares según el país y su régimen político. En la actualidad, casi todos los países lo festejan, mientras que los sindicatos convocan a manifestaciones y realizan muestras de hermandad. En 1954, la Iglesia Católica, bajo el mandato de Pío XII, apoyó tácitamente esta jornada proletaria, al declarar ese día como festividad de San José obrero.
La reflexión de hoy, es respecto a las organizaciones sindicales y al cumplimiento de las leyes laborales. Los gremios argentinos han sufrido en su historia, persecuciones, muertes y desapariciones, y han escrito una historia de luchas, no solo por los derechos del trabajo, por el salario, sino por ayudar a la comunidad a terminar con el sometimiento de los monopolios internacionales que la dominaron y la dominan.
Vaya desde aquí como todos los años mi saludo a los grandes del gremialismo que tuve la suerte de conocer Agustín Tosco, Julio Guillan, Raymundo Ongaro, José Rucci, Cesáreo Melgarejo, Atilio López, a Ferreyra del SEP, José Smith, y a los militantes gremiales que han luchado por una vida digna de la gente que trabaja y un país libre de ataduras donde podamos tener un Pueblo Feliz y una Patria Grande. Ellos jugaron todo en esta lucha, muchos de ellos dieron vida, otros su libertad y otros su bienestar.
Esas luchas y los logros que con ellas se lograron, deben ser respetadas por al comunidad y cumplidas en especial los patrones que tienen trabajadores en negro para beneficio de todos. Viva el 1º de mayo, día internacional del trabajador, El 1º de mayo y además del asado que es costumbre para estar unidos en la recordación, juramentémonos para defender la leyes laborales que tantas luchas han costado y ayudar a sacar a la sociedad de la decadencia en que se encuentra