domingo, 31 de agosto de 2008

LUIS JUEZ Y LOS SUEÑOS

EDITORIAL

El 14 de octubre del 2005 tuvimos el privilegio de escuchar un discurso de Luis Juez, un discurso, quizá uno de los muchos que pueden escucharse en tiempos de elecciones. Sin embargo, y aunque muchos puedan pensar que las palabras son sólo eso, palabras, el contenido de lo dicho por el presidente del Partido Nuevo, nos tocó ese día, en lo profundo del alma.
En esta época de descreimiento es difícil transmitir a la audiencia las emociones que nos embargaron aquel día al escuchar unas simples palabras.
Muchos podían asegurar que los discursos de los políticos de hoy son un rosario de elegidas frases motivadas nada más que por un anhelo proselitista.
Y no es sencillo rebatir esa apreciación.
Pero aún más difícil ,es no emocionarse ,cuando ante muchas personas, un político de nuestro tiempo insta a luchar contra la corrupción y las prácticas feudales de los viejos caudillos políticos. Podrán preguntarse ¿Lo dirá con verdadera convicción o es sólo campaña?. Creemos y él lo demostró luego ,en estos tres años, que es la convicción la que lo inspiró, pero al margen de la duda que puedan tener, eso no es lo importante. Lo importante es la tarea que Luis Juez le encomendó a sus militantes , que es demostrar que sin el apoyo de grupos económicos influyentes, sin derrochar dinero, y sin aprovecharse del poder, puede hacerse una campaña digna. Que no es necesario establecer alianzas con grupos mafiosos para ganar una elección.
Lo dijo un hombre que, según su confesión, una vez claudicó ante esos mismos grupos y que lo hizo por el simple hecho de no perder su empleo y con él la obra social que le brindaba asistencia a una hija enferma y en serio riesgo de su vida.
La meta que fijó y la que instó a sus partidarios a seguir, fue simple:
Con honestidad y con trabajo se pueden cambiar las cosas.
Y eso es lo rescatable, por unos minutos compartimos un sueño, traducido en las palabras de un político: el anhelo de que nuestra comunidad, libre de las prácticas corruptas, pueda verse conducida y representada por hombres honestos y capaces. Gente que haya llegado a esas instancias por mérito propio y no por los recursos monetarios que pueda aportar a la causa.
Juez se definió como gerente, gerente de una cooperativa de sueños, y esa anoche lo fue. Por instantes vislumbramos cómo sería una Argentina basada en esos principios y eso es algo por lo que vale la pena luchar.
Y esa es la tarea entonces, no permitir que ese sueño se convierta en pesadilla a causa de los mismos irresponsables de siempre que creen que hacer política es llenar sus propias cuentas bancarias.
Estamos frente a un poder feudal sin límite, con los medios de comunicación vendidos a su servicio, con todo el poder en sus manos, con la corrupción como método político, vamos a enfrentarlo de nuevo, vamos a probar que se puede, que no se trata de sumar por sumar, sino que vamos a la búsqueda de la honestidad que es la bandera de esta verdadera revolución que consiste en ganarle a los corruptos con armas honestas. Por que los honestos son muchos, muchísimos más que los corruptos.
Luis Juez , nos dio los argumentos que a algunos les faltaban, con claridad, con esperanza, con humor, por eso hoy en nuestra tribuna le dedicamos la editorial que ha querido, ser el resumen de ese discurso de Luis Juez que fue y siguió siendo una demostración de su carácter de conductor y de persona honesta.
Recordemos una frase que se dijo en este espacio: HOY SER HONESTO ES SER REVOLUCIONARIO.
Con la mochila repleta de sueños, vamos a enfrentamos al poder, al dinero, a los medios vendidos. Mostremos que se puede, que se puede ganar para nuestros hijos el porvenir, que es ganar el porvenir de la Patria. Gracias Luis Juez, por la esperanza, por la decisión, por el humor. Con Juez volvieron a renacer los sueños. Esos sueños que hacen que tengamos optimismo en el porvenir, optimismo para que entre todos cambiemos la historia.