lunes, 15 de diciembre de 2008

25 AÑOS.- TIEMPO DE CONSTRUCCION

EDITORIAL

25 años, pasaron, nada menos, desde que el sol volvió a brillar en este pueblo bendito desterrando la oscuridad siniestra y el silencio que nos envolvió, destruyendo los valores y principios que ostentábamos como Nación, se instaló un sistema económico perverso, en el que vale todo y la competencia irracional, pareciera ser el eje rector; donde el mercado regula y el estado es un simple espectador.
Ese fue el legado dejado por una dictadura cruenta y sanguinaria.

En ese proceso de aprendizaje que comenzó el 10 de diciembre de 1983, tuvimos que superar varios escollos,
En eso estábamos, hasta que estallo el 19 de diciembre de 2001, cuando miles de argentinos comprendimos que el desafío era aun mayor.
No se trataba solamente de defender la Democracia, sino de reinstalar definitivamente el respeto por las instituciones, en un pueblo dominado por la apatía y la anomia y cada vez más alejado de la cosa publica, y descreído de los partidos políticos, distanciado de sus dirigentes y sus representantes.

Es tiempo de preguntarnos, si como sociedad, hemos hecho todo lo que esta a nuestro alcance para desarrollarnos como Nación, por que cuando uno ve la realidad que nos rodea no puede dejar de angustiarse; preguntándose por que después de 25 años, en la ciudad de la Falda, sigue habiendo centenares de niños (el futuro de este pueblo) que no tienen garantizada su comida diaria ni su vaso de leche, por que sigue habiendo chicos descalzos y tristes? , excluidos del sistema escolar por que sus padres no tienen para los útiles o para mandarlos a la escuela.- ¿Hemos hecho lo suficiente o lo necesario para que ello no ocurra?
¿Hemos hecho lo suficiente o lo necesario por nuestros abuelos? que deberían ser con sus experiencias de vida los que nos marquen el rumbo a seguir.
¿Hemos hecho lo suficiente o lo necesario por las personas con capacidades diferentes? Que merecen el mismo respeto que cualquiera de nosotros.
¿Hemos hecho lo suficiente o lo necesario por incorporar al sistema laboral a cientos de vecinos marginados destinados a sobrevivir de la dadiva y de los favores políticos.
¿Hemos hecho lo suficiente o lo necesario por incluir dentro del sistema de salud a los sectores más desprotegidos?
¿Hemos hecho lo suficiente o lo necesario para mejorar la calidad de vida de todos los faldenses?
¿Hemos hecho lo suficiente o lo necesario para mejorar el sistema representativo, los partidos políticos y las instituciones locales?

Sin dudas que queda mucho por hacer, el camino es largo y sinuoso, pero hemos dado el primer paso, quizás, el mas importante: logramos que hoy prácticamente nadie dude que el sistema democrático es el único camino para realizarnos como personas, como sociedad y como Nación.

Ahora es tiempo de construcción, y esta debe realizarse bajo tres pilares fundamentales:

Formar ciudadanía:
Comenzando por los niños y los jóvenes, fomentando en ellos la educación, la participación, la integración, la tolerancia, la solidaridad. El respeto por el prójimo, por las opiniones distintas,
Llegaríamos así al objetivo de formar una juventud más informada, crítica, participativa y responsable, instalando en los chicos una cultura democrática orientada a la formulación de políticas que tengan como objetivo el bien común de la comunidad.

La participación:
La participación ciudadana no solo es fundamental en la democracia, sino que además permite perfeccionar el sistema, enriqueciéndolo, ya que con ello se logra que el gobierno de turno, con el apoyo y consenso de los vecinos, adopte mejores decisiones, aumentando así la efectividad y eficacia de las políticas públicas.
Además, con la participación logramos un control efectivo de los actos de gobierno y hace que la gestión sea mas transparente en su accionar, que es otra de las bases sobre la que debe apoyarse la democracia
La participación ciudadana implica que los vecinos como parte de la sociedad hagan escuchar su voz para influir en forma directa en las decisiones de sus gobernantes.

La inclusión social:
La premisa que nos debe guiar, y sobre todo a nuestros gobernantes debe ser siempre: el bienestar general.
No podemos desarrollarnos plenamente si nuestros pares no tienen las condiciones para hacerlo.
Es necesario un gesto de grandeza en nuestros actos para asegurarle a nuestro pueblo:
La salud que se merece, una educación a la altura de las circunstancias, un trabajo digno y bien remunerado, una ciudad limpia y digna de ser vivida, con espacios sanos de recreación y contención para los más desprotegidos.

Después de 25 años los hombres que dirigen los destinos de este pueblo deberían haberlo entendido.

El desafío que tenemos por delante es arduo y a la vez maravilloso, como hombre publico que me toca ser en este momento, lo acepto.
No es fácil, pero, con la fuerza incontenible de nuestros principios y convicciones y los sueños que nos alimentan a diario, estoy absolutamente convencido de que lo vamos a lograr.
Es el momento de redoblar los esfuerzos para que el próximo bicentenario de nuestra patria sea el punto de partida para empezar a pagar las deudas que dejaron estos 25 años, nuestro pueblo ha dado sobradas muestras de que se lo merece y que se lo ha ganado en buena ley, no podemos fallarle, nuestros niños y jóvenes nos están mirando, no miremos a un costado… ellos se merecen un futuro mejor.

Claudio Stevenot
Concejal Partido Nuevo
Frente de Todos y con todos