lunes, 1 de diciembre de 2008

25 AÑOS

EDITORIAL

Pasaron 25 años, desde que retomamos, en nuestro país., el sistema democrático de convivencia
En 1983 los argentinos, reiniciamos la vida democrática luego de los años de la dictadura de plomo , y la caída del gobierno constitucional en 1976.
Aquella fue una campaña electoral formidable, millones de ciudadanos se congregaron en los mítines más numerosos y todos estuvimos todos de acuerdo en que , por fin, volvía el reinado de la Libertad.
Desde aquellos días, de la Plaza de la República rebosante de gente, de las elecciones con largos debates y, con personajes en quienes depositamos nuestras esperanzas y nuestra representación, han pasado 25 años.
La República sigue con el sistema democrático como forma de vida, de relación, de conducción política.
Luego de 25 años los argentinos seguimos sosteniendo que la Democracia es el mejor sistema de gobierno.
Y celebramos el aniversario. Lo hacemos casi por obligación, es una fecha que está pasando al olvido.
Cuando repasamos los 25 años, y hacemos la autocrítica a lo vivido, a lo que aportamos, a lo que hicimos, nos invade la idea de reflexionar, de pensar, de repasar. Por que estos 25 años, han sido muy duros. La democracia, que es como una delicada planta, no ha sido cuidada con esmero.
No ha merecido la valoración que realmente tiene.
Sus valores , sus herramientas se han utilizado a medias, parcialmente . Pero los ciudadanos seguimos creyendo en la Democracia, pero no hemos podido ejercitarla, ni gozar de sus bondades plenamente.
Pensamos desde aquí que para que el sistema funcione tiene que haber dos pilares, Uno: La participación de los ciudadanos en la vida política, en los asuntos de la República y Dos. una conducción política que haga lo que los intelectuales imaginen, lo que el pueblo quiera y lo que sea posible realizar.
La participación ha declinado, bajamos desde aquellos millonarios escenarios del Obelisco donde la Av. 9 de Julio estaba repleta desde calle Córdoba hasta Plaza Constitución, bajamos digo ,a las reuniones a puertas cerradas o en locales donde cuando se reúnen 1.000 ciudadanos hablamos de lo enorme que es la reunión. Y también ha declinado la participación en las urnas donde los que no van a votar alcanzaron cifras récord, no conocidas antes en Argentina
En La Falda hubo mas de 1.000 ciudadanos y ciudadanas que no votaron. Número importante e indicativo de la no participación.
Y en cuanto a las conducciones, y los lideres políticos, tuvieron fallas de soberbia, de picardía y de irresponsabilidad. Y reinó la corrupción, la falta de ideas y la falta de un proyecto nacional viable y consensuado.
Los intelectuales estuvieron en otra cosa, el pueblo no participo y así no hubo posibilidad de realizar, ni lo que se podía.
Estas fallas se han transformado en cultura, las jóvenes generaciones no tienen ejemplos ni valores para imitar , ni perspectivas de futuro que les muestren una Patria Grande, Libre y Justa.
Este aniversario debe servir para la reflexión profunda, seria y responsable, para que la generación mayor ocupe con sabiduría el lugar de guía que le cabe, los adultos repiensen cada una de sus acciones, de sus palabras , guíen a las generaciones jóvenes y les muestren ejemplos dignos se ser imitados. Deben recuperar los valores de la convivencia perdidos en el fárrago de la competencia irracional, de la lucha canibalesca por bienes exclusivamente materiales, el puestito, el carguito, la chapa.
Y los jóvenes analizando lo que viene, que tomen el camino de adiestrarse, de formarse para ser esa militancia y esa conducción que al país le ha faltado y le falta aún , para ser una Patria Grande con un Pueblo Feliz.
Anotemos que es sencillo, si se quiere. Construyamos
Una democracia participativa ,
Una conducción leal, imaginativa racional y ética ,
En esto debemos coincidir los argentinos , y todo será para bien.