domingo, 31 de mayo de 2009

EL CONSENSO

EDITORIAL
Siempre hubo un debate entre historiadores, politólogos, e investigadores respecto a los contenidos de la Historia Argentina.
Por un lado ,llamémosle, pesimista, se sostiene que nuestro pasado esta teñido de enfrentamientos, que empiezan con saavedristas y morenistas, y llegan hasta peronistas y antiperonistas pasando por radicales y conservadores, crudos y cocidos etc.
Por otro lado los que podemos llamar optimistas, dicen que la construcción de las bases de nuestra Nación fue producto de momentos históricos en que el pueblo en su mayoría, se unió y decidió el rumbo de la comunidad acordando, uniéndose, consensuando.
Esos momentos claves fueron el 25 de mayo de 1810, la declaración de la independencia en Tucumán, el Cruce de los Andes por San Martín, La Vuelta de Obligado, el triunfo de Yrigoyen en 1912, el 17 de octubre de 1945 , el retorno de Perón en 1973 y la vuelta a la democracia en 1983 cuando el radicalismo inició esta etapa que estamos hoy transitando.
Después de la Junta de Mayo, recordemos que la Junta Grande integrada por diputados del interior del país y encabezados por el cordobés el Dean Gregorio Funes realizó un intento de unificar criterios entre el interior y el puerto de Buenos Aires para llevar adelante la gesta libertadora. Pero las diferencias entre los porteños y los diputados del interior fueron insuperables y aquella construcción política entró en un espiral de cambios que fueron desfavorables a un crecimiento rápido y fuerte de nuestra nación.
Hay hechos históricos que se olvidan, que cerraron la posibilidad de consensuar, de acordar, de unir. El exilio de Cisneros, el viaje de Moreno a Europa, las guerras interiores, la caída de la Junta Grande.
Traídos al presente, nos encontramos viviendo en Democracia, gracias a la unidad del Pueblo contra la dictadura militar. Dentro de esta democracia no alcanzamos a ponernos de acuerdo, a consensuar, a dialogar, para construir un proyecto común a todos los argentinos.
Es lógico que una Democracia existan distintas posiciones políticas, diferencias entre grupos de ciudadanos y ciudadanas en razón de ideologías, teorías económicas, intereses particulares, o simple simpatía. Pero hay temas esenciales sobre los que hay que coincidir para fortalecer el crecimiento de nuestra comunidad.
Nuestro recuerdo respecto a intentos de consenso general tiene señalados 1.- el intento de un Proyecto Nacional lanzado por Perón el 1º de mayo de 1974, ante el Congreso Nacional, 2.- un intento parcial formalizado por Menem y Alfonsín el llamado Pacto de Olivos. y 3 La llamada Mesa de Dialogo Argentino propuesta por el entonces presidente Duhalde
Las nubes preelectorales siempre impiden mirar con claridad el conjunto de los problemas nacionales, y nos hacen caer en una lucha por el poder que parece olvidar la esencia de la politica, que es lograr una nación fuerte con un pueblo feliz. Superemos este inconveniente y pongámonos a trabajar sosteniendo esta consigna.
“El diálogo, el debate y el consenso son las llaves fundamentales para continuar la historia de Mayo, “