lunes, 31 de agosto de 2009

HASTA LUEGO COMPAÑERO!!!!!!!!!

EDITORIAL


Al queridisimo Juan Carlos Carr
Q.E.P.D

Díganme la verdad, alguien cree sinceramente, que el Don Hidalgo Quijote de la Mancha abandono este mundo terrenal hace tiempo, en algún lugar de la Mancha, cuyo nombre no quiero acordarme...
Si me permiten, debo decirles que no, aún hoy, existen cientos de Quijotes, que sobre sus Rocinantes, cabalgan incansablemente en pos de la verdad y la justicia.
Con sus alforjas repletas de sueños, ideales, valentía, honestidad y locura siguen luchando contra molinos de vientos, contra titiriteros y barberos que intentan e intentaran permanentemente detener su marcha.
La ciudad de La Falda puede dar fe de lo que digo.

Tuve el inmenso placer y la suerte de conocer a uno de esos seres maravillosos, se llamaba y se llamara por siempre: JUAN CARLOS CARR.

Abogado de profesión y Dirigente político por vocación.- Fue Secretario General de la D.G.I. y bajo su gestión, un 19 de Mayo de 1973, se alcanzó el Convenio Colectivo de Trabajo Nº 117/73, el primero para trabajadores estatales de toda Latinoamérica.
Durante años recorrió el país impulsando el cooperativismo, en el año ’83 escribió “El Acto Cooperativo”, y 21 años después la teoría expuesta y sostenida por el, sobre el acto cooperativo ha sido aceptada por la jurisprudencia nacional, obteniendo para el cooperativismo un triunfo histórico, ya que las cooperativas han dejado de ser consideradas como empresas comerciales para el pago de impuestos.
Ya en La Falda fue participe en la fundación del Movimiento de Unidad Vecinal, “El Trébol” y fundador del Partido Nuevo, trabajando incansablemente hasta el final de sus días para cambiar la forma de hacer política.

Durante 320 sábados consecutivos llevamos adelante “La Hora del Trébol” programa de radio y órgano difusor de nuestras ideas, pensamientos y sueños.

Compartimos cientos de almuerzos, sobremesas, reuniones, viajes, discusiones, pegatinas, y les puedo asegurar que ya nada de esto va a ser igual , mi vida tampoco, o acaso Ud. se imagina lo que van a ser mis mañanas sin que diariamente suene mi teléfono y escuche su voz, no va a ser fácil…

Me unía a El, un cariño fraternal, un hombre siempre dispuesto para conmigo y mi familia, mis hijas lo querían como un abuelo más…
Tenía un consejo a mano cuando lo necesitaba, un hombre capaz de regalarme toda su experiencia y siempre dándome el ejemplo de cómo se debe actuar en todos los ámbitos.

Dirigente de estirpe, de esos que ya no se consiguen, activo participante y defensor de la cosa publica, respetuoso de las Instituciones, su ejemplo debe ser la guía que nos conduzca, su referencia debe ser inevitable para los hombres de bien, su constancia, coherencia y persistencia el modelo a seguir.
Describir su participación, su compromiso y lo que fue capaz de generar en aquellos que lo conocimos es una tarea imposible.

Hay momentos en la vida en que uno parece haberse quedado sin palabras, sin respuestas, la vista se nubla, la garganta se anuda, el pecho oprime y los ¿por qué? sobran, este es uno de esos momentos, me gustaría decir tantas cosas e inexplicablemente no puedo.

Dicen que llorar no es de hombres, vil mentira, las lagrimas del corazón, no hacen mas que enaltecer al responsable de ellas, y aunque intente ser fuerte en este momento juro que se me pianta un lagrimon

Su Dulcinea ya había partido a preparar la morada para el reposo final, y la verdad, no es de caballeros hacer esperar a una Dama, así que adelante Compañero, con el temple que lo caracterizo, cabalgue a su encuentro sin mirar atrás, que desde nuestro humilde lugar continuaremos su batalla hasta el final.
Ya demasiado hizo por nosotros y por mi especialmente, mostrándome lo que es vocación de servicio, lo que es ser un militante, lo que es el compromiso con el prójimo y con una causa, cuan importante es el cooperativismo , la solidaridad y la honestidad en la construcción de una sociedad mas justa.

Se lo prometo Querido Amigo Juan, los molinos de vientos, los titiriteros, barberos y perros no nos van a detener, vencer mucho menos, el breve trayecto de camino compartido ha marcado mi destino y sospecho que la utopía que nos alimentaba esta cerca si continuamos el rumbo emprendido con su misma tenacidad y perseverancia.

Hoy solo me queda por decirle, que jamás lo olvidare, y que mi corazón le pertenece, pero ojo, no se lo estoy regalando, Ud. se lo ganado en muy buena ley.

Y que le quede claro, esto no es un Adiós, es un simple ¡¡¡¡¡ HASTA LUEGO COMPAÑERO!!!!

Claudio Stevenot.