martes, 27 de abril de 2010

CELEBRACIONES

EDITORIAL

Nuestro país celebra el Bicentenario de la Revolución de Mayo, una fecha que histórica que, con todos sus aciertos y errores, es una muestra de la gran coincidencia nacional, digamos que es el primer paso hacia esa unidad necesaria, imprescindible y deseada con la que tenemos que enfrentar esta crisis que nos toca vivir.

Casualmente el 14 de abril, festejaremos el Día las Américas, día que simboliza la soberanía y la unión voluntaria de nuestra comunidad continental.

El primer Día de las Américas fue celebrado el 14 de abril de 1931, en conmemoración a la fundación de la Unión de las Repúblicas Americanas que tuvo su basamento primario en 1826, cuando Simón Bolívar convocó al Congreso de Panamá con la idea de crear una asociación de estados en el hemisferio. En 1890, la Primera Conferencia Internacional Americana, estableció la Unión Internacional de las Repúblicas Americanas (llamada a partir de 1910 Unión Panamericana y, a partir de 1948, Organización de los Estados Americanos -OEA-).

Esta conmemoración tiene como objetivo “reafirmar los ideales de paz y solidaridad continental que todos (los países) profesan, fortalecer sus lazos naturales e históricos y recordar los intereses comunes y aspiraciones que hacen a los países del hemisferio un centro de influencia positiva en el movimiento universal a favor de la paz, la justicia y la ley entre las naciones”.

Por ello hay que repensar la política tomando lo más valioso de nuestros mejores políticos y pensadores, y digo mejores partiendo de los valores del “Nacionalismo Latinoamericano”.

Será, el 14 de Abril, el primer capítulo de un reencuentro con lo nuestro.

No escapa al criterio general, que los argentinos no coincidimos entre nosotros en muchas cosas, no estamos de acuerdo en economía, en política, en normas de conducta, y esto dicho en líneas muy generales.

Necesitamos unirnos, solidarizarnos, reconocer al otro, salir del individualismo, para enfrentar los desafíos de estos tiempos difíciles con mejores perspectivas.

Hay que retomar los pasos en el rumbo de la integración continental, como lo querían San Martín, Bolívar, Manuel Ugarte y otros grandes próceres de esta gran nación latinoamericana, que está pidiendo con gran clamor la unidad para enfrentar esta globalización que nos ha puesto en crisis.

Y esta integración no solo ha de ser económica sino que servirá para consolidar los valores culturales de esta gran patria latinoamericana.

Nosotros desde nuestro movimiento, sostenemos la necesidad de la participación de todos en la solución de los problemas y la unidad de acción para enfrentarlos. Sostenemos como meta una comunidad unida y solidaria. Aquí se trata de la unidad solidaria de los hermanos latinoamericanos. Estamos en lo mismo.

Hay un dicho que a los países los dividen los hombres, no la naturaleza. Debemos meternos en el "universalismo" pero manteniendo nuestra raíces culturales.

Estamos en un momento político enrarecido, en el que hay que tratar de separar la realidad de lo que te transmiten los medios y superar la subcultura de valores triviales y verdades aparentes con que nos acosan día a día.

Ahora vamos hacia la realidad de la frase: "Para un Latinoamericano no debe haber nada mejor que un Latinoamericano".

Independientemente de la ideología, conmemorar el Día de las Américas significa sentirse integrante de la gran familia latinoamericana, y en ella, dentro de la gran familia argentina, la familia que es la patria, los afectos, los vecinos, los amigos.

Este es el punto de partida para cualquier plan de futuro, para cualquier proyecto nacional, provincial o municipal que se intente.

No es todo, pero es el principio.

Hemos visto, orejeando el naipe de los tiempos, " renovado en sus hijos, de la patria el antiguo esplendor"

Quedan todavía algunos amigos que quizás no vean en este simbolismo argentino un dato importante de nuestra realidad y de nuestro futuro, esperamos que se incorporen ellos en los días venideros, cuando empecemos a rememorar justamente a nuestra independencia, y después a nuestra bandera.