martes, 27 de abril de 2010

LA CIUDAD QUE NO DEBE SER

Desde hace por lo menos diez años, La Falda está sumida en una decadencia permanente; y la respuesta es sencilla: las decisiones para que esto ocurriese han sido exclusiva responsabilidad de gobernantes anteriores y actuales, cuyo deber es trabajar con honestidad, idoneidad, transparencia, capacidad administrativa y ejercicio de la autoridad. Resulta (tristemente) grave que nos hayamos acostumbrado a las veredas rotas, los baches, la falta de iluminación, las pérdidas de aguas cloacales en la vía pública, la contaminación, la profusión de perros en las calles (problema sobre el cual el Partido Nuevo y Frente Cívico han redactado una propuesta basada en legislación internacional y que el gobierno municipal nunca tuvo en cuenta), el caos vehicular en temporada alta o un casino que quita el dinero de los faldenses sin restricciones… Sabido es que la ciudad necesita de un desarrollo urbano integral, pero analizando cuáles son las prioridades, resulta inadmisible e increíble que ante nuestros ojos se nos presente este nuevo proyecto de refuncionalizar la Avenida Edén -con un aporte proveniente del gobierno de la provincia de Córdoba- de $ 5.225.000 (¡sí, cinco millones doscientos veinticinco mil pesos!).

Unámonos en el reclamo ante esta obra absurda, faraónica, excéntrica, artificial… ¿o es que las calles céntricas 9 de Julio, 25 de Mayo, Sarmiento o Patria (por nombrar sólo algunas) no merecerían un reparto equitativo de esos fondos, si, en definitiva, desviándonos 20 metros de la Avenida Edén continuaremos en presencia de las mismas falencias que se pretenden erradicar? Ni mención haría falta de las calles barriales.

Como vecinos nos preocupa que quienes gobiernan (mal) La Falda quieran vender una fantasía de ciudad. No se puede, ni se debe gastar $ 5.225.000 cuando hay tantos chicos y madres que dependen de los comedores para subsistir con lo mínimo, cuando hay tantas familias que no tienen vivienda propia, cuando las dificultades laborales hacen imperiosa la implementación de alternativas de diversos tipos (mas se omiten debido a la necesidad de sostener prácticas clientelistas) cuando una atención eficiente en el Hospital Municipal (el que, a propósito, ya debería tener su terapia intensiva, o su tomógrafo, o su ambulancia) puede volverse una verdadera utopía. Y debemos afrontar todo esto simplemente porque no se han implementado ni se implementan las políticas que correspondían.

Vecinos: si éste es el precio que tenemos que pagar por habernos equivocado, ¡entonces es el momento de decir basta!

Junta Organizadora y Equipos Técnicos

Partido Nuevo y Frente. Cívico La Falda

Mesa de trabajo Dr. Juan Carlos Carr